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El fecalismo de nuestras autoridades
Notas de periódico como “Perros callejeros: problema de salud pública” nos llevan a preguntarnos cuál es el verdadero problema que enfrentamos respecto a nuestra convivencia con los animales.
El ser humano –se supone- tiene inteligencia como para cuidar de él y de los seres más vulnerables; sin embargo es más fácil ver a ‘el otro’ como un problema que reflexionar acerca de en qué nos estamos equivocando.
Existen más de diez millones de perros en las calles; en el DF unos 2.4 millones –según datos del PVEM- que viven en condiciones de hambre, pobreza y humillación. Cada año nacen alrededor de 128,000 perros en situación callejera.
Esto hace evidente el desempeño de los Centros de Control Canina (Antirrábicos). Estos lugares que NO ayudan a disminuir la sobrepoblación de perros en las calles, no aportan -a nivel educativo y humanitario- NADA a la población, sólo exhiben la prepotencia e ineptitud con que se manejan muchas de las organizaciones de gobierno.
Señores: mientras sigamos buscando opciones rápidas e improductivas seguiremos en las mismas condiciones. Secretaria de Salud tiene 40 años usando nuestros impuestos para mantener estos mataderos, donde abusando de sus facultades son inhumanamente tratados y asesinados miles de animales.
Mientras el problema esté en los perros, en las calles y no en nosotros no tendremos una solución. Los animales tienen el mismo derecho de habitar este planeta; si hay un problema de fecalismo éste se reduce a un problema de educación, los animales no pueden recoger sus heces: NOSOTROS SÍ.
Urge reeducarnos, exigir a las autoridades que hagan su trabajo, exigir que el personal esté debidamente capacitado y concientizado. No es válido decir “no hay recursos”; queremos que los -mismos- recursos que usan para mantener estos lugares sean usados pero en FORMA ADECUADA; su obligación es SERVIR: no nos hacen ningún favor.
Actuar con congruencia es no sólo obligación del Estado sino también de nosotros como ciudadanos. No más atole con el dedo: necesitamos campañas e información.
No más protectores “verificando” este tipo sacrificios humanitarios, ¿a quién engañamos con estas actitudes conformistas y agachonas? No podemos ser partícipes de una matanza sin sentido.
Si bien en municipios como Nezahualcóyotl hay un perro por cada dos habitantes, debemos ver en estos seres una oportunidad de aprendizaje y tolerancia, no un problema.
Mención aparte merece el maltrato que prodigamos a los animales. En cifras, los peores torturadores animales pertenecen a la clase socieconómica alta, sin embargo todos tenemos una historia que contar al respecto: tenemos vecinos, conocidos, amigos cuyo trato para con su familia animal es indignante.
Trabajar por una tenencia responsable, por un trato digno y humanitario para con nuestros hermanos animales es tarea que nos incluye a todos.
Casos como las agresiones por parte de la población a personal del Centro de Control Canino en Valle de Chalco nos hacen pensar que algo pasa, que la población no se mantiene indiferente, que los humanos sentimos el dolor y nos manifestamos ante la ineptitud de un gobierno que no escucha.
Alguna vez lo planteamos: los animales de la calle son de todos y es nuestra obligación ser solidarios hacia su dolor. Los que están en casa y tienen una familia humana deben ser respetados y tratados con dignidad, debemos de contar con leyes que permitan regular este trato: ¡aquí el trabajo de quienes nos “representan”!
Autoridades: les exigimos que hagan buen uso de nuestros recursos. Necesitamos más campañas de esterilización, de educación, de compasión y respeto hacia otras formas de vida. Necesitamos que los niños sean semilla de un mejor trato hacia los animales.
Urge como primer paso la Conversión de los Centros de Control Canino en Centros de Atención Médica Animal, con gente capacitada, evaluada psicológicamente para el buen desempeño de su actividad.
Abramos los ojos: el problema no son los perros de la calle, ni el fecalismo como dicen El Universal y otros diarios. El problema es nuestra falta de educación, nuestra incapacidad por respetar a seres más débiles y no permitirnos otras formas de convivencia.
No hay solución en la crueldad y cobardía.
Sí en la concientización, la esterilización y la tenencia responsable.
Gobierno: ¡educa y difunde! deja de gastar nuestros recursos en estrategias inútiles.
Velar y participar del cuidado de la vida animal es nuestra obligación, la apatía con la que nos hemos manejado nos ha dejado a este México: aquí decidimos todos si empezamos a exigir que hagan su trabajo o seguimos permitiendo que miles de animales mueran dentro de una estrategia estúpida e inservible solventada con NUESTROS IMPUESTOS.
Información de:
http://www.eluniversal.com.mx/notas/376886.html
http://www.planetaazul.com.mx/www/2009/08/03/personal-de-antirrabico-denuncia-agresiones-en-chalco/
http://www.eluniversal.com.mx/notas/644083.html
http://www.eluniversal.com.mx/articulos/49289.html
http://www.vozanimal.com/2009/03/porque-erradicar-los-antirrabicos.html
http://www.eluniversal.com.mx/notas/588988.html
http://www.hoymujer.com/famosos/el-cotilleo/Ciudad,Mexico,tiene,millones,73149,01,2009.html
http://www.eluniversal.com.mx/notas/588988.html
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