Palabras de esperanza en el Foro de Penalización del abuso animal y educación ética.

Por: Yenicel

Quienes estamos a favor de la defensa de los derechos de los animales, sabemos que ha sido una lucha continúa, ardua en una sociedad como la nuestra, donde un “animal” involucra que su vida “no valga nada”, pues “no sienten”.

Esta concepción ha hecho muy dura la labor de que un legislador o cualquier otro funcionario público de alto nivel desee tomar cartas en asunto, por considerarlo “poco relevante” o simplemente una medida que no podría ganarle la simpatía popular y por ende los votos necesarios para mantenerse o a llegar a un puesto determinado.

Sin embargo, en los últimos tiempos y a una lucha en conjunto de sociedades protectoras de animales, de activistas, de aquellos como tú y como yo, que damos voz a los que no lo tienen, se han logrado ganar espacios, de manera muy lenta pero los avances se dan y sabemos que no es una lucha perdida.

Hemos logrado hacer hincapié en que, gente que mata a un animal por diversión no debe de tomarse a la ligera, que son seres humanos que en la mayoría de los casos pueden referir algún tipo de trastorno psicológico en sus conductas: golpeadores de mujeres y niños en potencia hasta llegar a los casos más serios como lo son los asesinos seriales.

Pero hoy, el Secretario de Educación del Distrito Federal: Mario Delgado Carrillo durante la inauguración del foro “Penalización del Abuso animal y Educación ética” hablo claramente de la necesidad de educar, pero no educar solamente para la mente, sino también educar para el alma, y eso se logrará cuando aprendamos a vivir sin violencia: sin violencia en la televisión, sin violencia en las escuelas, sin violencia en las familias, cuando logremos según sus palabras: «respetemos a todos los seres vivos, que respetemos a los animales, también es estar inculcando una cultura de paz”.

El Secretario Delgado, dentro de su discurso contó una anécdota importante y que podría servir de ejemplo:

Hemos visto muchos casos, muy indignantes para nuestra sociedad, pero el mensaje de impunidad ahí está siempre, como que el mensaje de impunidad pasa, que vemos el maltrato sobre los animales y como que no pasa nada con el agresor, creo que estamos dando una señal equivocada, me parece que es tiempo de que penalicemos el maltrato animal, que sigamos fomentando la educación para la paz.
Tengo la fortuna de que en mi casa hemos tenido dos buenas experiencias en el tema del maltrato animal, tenemos un gato en nuestra casa que todavía que llegó todavía oliendo a gasolina; unos niños lo habían bañado en gasolina y le iban a prender fuego, ese gato, el gato Mitz, ahora conviven mucho con mis hijitos, mis hijitos saben lo que pasó con el gato Mitz y son muy cariñosos con él y parece que el gato nos regresa todo ese amor que le damos.
Y el otro ejemplo un perrito también callejero, maltratado, lo rescataron cuando lo estaban golpeando, era un fajito de huesos negro; entonces mi hijo —que estaba muy chiquito— le puso kiwi; y ahora el kiwi es un gordo porque es un perro grandote gordo y muy feliz.
Esos dos ejemplos en mi casa, me han servido mucho como padre de familia a enseñarle a nuestros hijos el amor a los animales y por lo tanto el respeto a todos los seres vivos, el respeto a la naturaleza.
Por eso soy un ferviente impulsor de esto Gustavo, porque lo vivimos en nuestra casa y sé el impacto que tiene en la educación de nuestros niños, por eso queremos que esto se reproduzca en todas las escuelas de la Ciudad y en eso estamos trabajando

Tal vez esa empatía que siente el Secretario de Educación, por haber vivido en carne propia los beneficios de la adopción y rescate de animales se transformen en un grito de esperanza para aquellos que durante tanto tiempo han callado.

Así que mis queridos rescatistas, sigamos adelante porque en esta lucha pacífica que realizamos a diario: dar hospedaje, dar alimento, dar una caricia, no discriminando, no vendiendo, no maltratando empiece a dar sus primeros frutos.